Para elegir el disco de l\u00e1minas que m\u00e1s nos convenga, es importante que tengamos en cuenta el material a trabajar y el resultado deseado dentro del proceso de trabajo: <\/p>\n\n\n\n
Por ejemplo, el disco de l\u00e1minas grueso es ideal para eliminar el material r\u00e1pidamente<\/strong> y cuando tampoco necesitamos que el acabado sea demasiado pulcro. Digamos que, se prioriza terminar antes que un acabado brillante. <\/p>\n\n\n\n L\u00f3gicamente, cuanto m\u00e1s grueso es el grano, m\u00e1s r\u00e1pido se elimina la superficie que sobra. Asimismo, resulta interesante para materiales como acero al carbono, aluminio y acero inoxidable.<\/p>\n\n\n\n Por otro lado, tenemos el disco de l\u00e1minas de grado fino<\/strong>. En este caso, al ser m\u00e1s fino es ideal si lo que queremos es un acabado m\u00e1s perfecto<\/strong> y cuidado<\/strong>, aunque lleve m\u00e1s tiempo. Es por ello que suele emplearse al final de todo el proceso, para matizar, limpiar los ara\u00f1azos o imperfecciones que puede dejar el grueso y que quede m\u00e1s preciso.<\/p>\n\n\n\n Tambi\u00e9n hay diversas formas de disco: plano o c\u00f3nico. <\/strong>El primero se utiliza para matizar y dar los \u00faltimos retoques de acabado, mientras que el primero, tiene mayor capacidad de corte y llega hasta \u00e1reas de m\u00e1s dif\u00edcil acceso. <\/p>\n\n\n\n Son complementarios y debemos elegir uno u otro seg\u00fan el material a trabajar u objetivo deseado. Por lo que, sobre todo si est\u00e1s buscando acabados finos con fines decorativos, es imprescindible tenerlo en cuenta.<\/p>\n","protected":false},"menu_order":0,"template":"","meta":{"_acf_changed":false},"st_prod_grupos":[1604,1611],"st_wiki_temas":[783,774],"acf":[],"yoast_head":"\n